10 enero 2010

Perdido en mis pensamientos...


Tu vuelo llega a las 7 de la mañana... Son las cinco y media, de un sábado, y yo de pie para ir por ti.
Y me tomo mi primera taza de café del día, viendo a través de la ventana de la cocina, y me pregunto si querrás una al llegar aquí. Es tu favorito...

Anoche dormí, a pesar de la emoción que me provoca tu llegada.
Dormí porque me venció mi propio cuerpo, tenía ya un par de noches sin descansar del todo, en el anhelo y el ansia de que vuelvas.

Y te veo ya, colocando tus zapatos grises al lado de los míos, y hasta en tu apuro de sentirte de nuevo en casa, los colocas todos bien paralelos, los dos pares, como si fuese esencial... Como si fuésemos tu y yo.

Dormirás en el cuarto de huéspedes, o en el sofá cuando el sueño te venza allí... Y yo cerraré la puerta de mi habitación, colocando entre nosotros una barrera que detesto pero siento tengo que tiene que estar...

Pero mi verdad es que quisiera decirte que te amo, como lo hicimos aquella noche en el bar del centro, sin que entendieras que es solo como amigos.

Te alarmaste tanto cuando insinué, por primera vez, lo que tendría que decirte.Y quisiera creer que te preocupo lo inesperado y lo bizarro de las circunstancias.
Pero todo da a pensar que te alarmo el hecho en si... Tal vez pueda intentarlo de nuevo y, si es necesario, escudarme tras "son efectos del alcohol", una segunda vez... Lo que creerías fácilmente después de como me he comportado los últimos meses.

Supongo que no tiene sentido pensarlo tan pronto, aunque se que tu risa es mas sonora cuando sale de tu boca que en mis recuerdos, que tu mirada de picardía no hay manera de fijarla en la mente y que tu lado imprevisible me hará ver con nueva luz las cosas de mi cotidianidad, que ya no veo.

Te he extrañado. Y te lo diré, en ya solo unos minutos, y probablemente (mal)entenderás que extrañe a mi querida amiga, que tanto se ríe de mi... Unas cuantas semanas, llenas de aventuras es lo que esperas...

Como decirte, cuando lleguen a su fin, que no quiero que te vayas? Como con las circunstancias que nos rodean?

Como decirte que quiero ver, todos los dias, tus zapatos grises bien paralelos a los míos y tu cepillo de dientes donde lo dejaste la primera vez?
Que quiero que subas todos los días a la cama, después de tu café a solas, y me despiertes con un beso en el cuello -apenas un roce- y me pidas que me levante, porque el mundo nos espera?

1 comentario:

Lulu dijo...

"Chet"...
Qué hondo me tocó esto!
Oh! Oh! Oh!... Por favor...

Manera de despertarla a una!
Manera de cuidar los detalles...

... y no sé, a mí sí me parece casi esencialq ue estén paralelos entre sí, uno al lado del otro.

Zapatos grises al lado de botas negras...
... lo más esencial e indisociable de cada uno, lo que es más auténtico de cada uno, en paralelo, perfectamente alineados.

Sería lindo... como es lindo el despertar con esa certeza de que el mundo los espera.

Ah! (De un suspiro arrobado, largo y exhalando corazoncitos)

Bellisimo...