30 enero 2010

No recuerdo si le puse miel al té...

Me gusta un tipo específico de té...Y obviamente no es fácil de encontrar...
En una tiendita, cercana a casa, de venta de delicatesses importadas de Europa suelen tenerlo en existencia, pero no siempre. Así que a veces me toca recorrer con paciencia varias tienditas distintas para poder satisfacer mi exclusivo gusto.

Y donde lo encuentre tienen también delicias del mundo y ahí comienzan a volar los pensamientos, a veces inconexos y siempre de nacionalidades distintas...

El té de China, chiles de México, café en granos del África negra, especialidades -a veces muy curiosas- de un poco todos lados... Y pregunto por todo y de vez en cuando me compro alguna cosa absolutamente experimental para mi... Me llevo siempre datos de platos para mi exóticos "alguna vez intentaré hacerlo" pienso, y claro, jamás los hago...

Salgo con una bolsa que contiene el Té y en la mente imágenes de países ajenos y preguntas que en algun momento le haré a alguien que pueda contestarme...

Regreso a casa, vigilo con atención el hervor del agua, una cucharadita de Té por taza mas una para la tetera... Y disfruto el menor detalle. Coloco mi música favorita -y grandilocuente- de fondo, porque es esencial para el placer del momento.

Me gusta la taza en si, el calor que le transmite a mi piel el calor del liquido, el olor que se desprende, el vapor que a medida que se aleja desaparece, y me pierdo de nuevo en ensueños...

Probablemente no sea capaz en la mayoría de los casos de explicar después hasta donde volaron mis pensamientos pero estaba tan dedicada a ellos que no recuerdo si le puse miel al té...que como sea terminé...

1 comentario:

Lulu dijo...

Precioso!!
Qué exclusividades deben de tener esos pensamientos...

"a penny for your thoughts", shall i say?

Hum!

Disfrútatelo, con o sin miel, poco importa. el té te regocija, lo veo!:D