07 enero 2010

La princesa...rosa?

Me revisé de pies a cabeza... Verifiqué en el espejo, no fuese a ser que me faltara algun angulo estrafalario... Y no, no me parezco a Rapunzel ni a la bella durmiente y mucho menos a Cenicienta.
Tampoco mis amigas, ni mis vecinas ni mis conocidas...

No somos la princesa del cuento...Ni emocional ni síquicamente, no tenemos sangre azul (lo que agradezco porque quienes si, son los cangrejos) ni somos la heredera de un imperio.

Nunca se han preguntado que habría pasado, si fuesen la bella durmiente, si al abrir los ojos no les gusta el principe? Porque tiene el cabello castaño claro (y a ti te gustan de cabello negro o rubios?) o porque usa mallas? O porque simplemente, quien le dijo que tiene que rescatarte?

La Rapunzel moderna se cortaría la trenza, la amarraría a la pata de la cama y saldría ella sola de la torre. Si toma el riesgo de romperse el cuello es porque se cayó, no por soportar el peso de un hombre de medidas desconocidas!!

No es mentira que por muy independientes que seamos, siempre, una parte de nosotras aunque sea ínfima, desea unos brazos fuertes que la protejan... aunque sea solo de vez en cuando y tal vez de si misma.

Pero si no somos la princesa rosa como (y por sobre todo; porque?) aspirar al príncipe azul.

Los hombres tienen pies de barro y cola de paja... Las mujeres también!!

Si un dia encontramos al príncipe azul, porque habría de fijarse en quien NO es la princesa rosa?

1 comentario:

Maz dijo...

Ouch!! (no tengo más palabras)