08 enero 2010

So long...

Hace unos años atrás dejé mi país y me establecí en uno totalmente desconocido para mi...

Me enfrenté con una sociedad muy distinta y bastante mas fría que la mía propia, un idioma que manejaba muy mal, una ocupación que jamás me había cruzado por la mente y que fue todo un reto. La única persona con la que creía contar termino siendo, bastante rápido, mas un peso que un apoyo. Y un total desconocido fue la luz que nunca habría podido esperar...

Fue una experiencia indudablemente enriquecedora, con bajos bastante bajos y altos tan altos que los recordaré siempre con todo el amor del que soy capaz. (nunca subestimen lo que puede hacer por uds una sola persona, aun en circunstancias penosas)

Extrañaba mi ciudad y todo lo que ella implica, conocer sus calles, la forma de expresarse y de comportarse de todos alrededor, los amigos y un largo etc...

Y volví a ella justo cuando me había adaptado a la metrópolis que ya no era ajena... Y al volver me sentía como quien se ha ganado la lotería!!

Y por lo que califico de la inconciencia de los 20, ignoré que mi país ofrecía pocas esperanzas de futuro, presentaba unas estadísticas alarmantes de delincuencia, el machismo incrustado en los huesos y mucha pasividad de los locales.
Mi gente estaba aquí, mis calles, mi pasado, mis afectos y recuerdos y el futuro era algo lejano.

Pero han pasado los años; el futuro ya no es lejano sino apremiante, las pocas esperanzas de futuro -para el ciudadano de a pie- se fueron por el caño, la delincuencia nos mantiene ya no preocupados sino presos en casa, el machismo sigue siendo el pan nuestro de todos los días, no hay ley que se cumpla, y la pasividad es indignante...

Aparecieron en estos años muchos mas conflictos y problemas que los que existían cuando dejé las orillas de aquel gran río capitalino europeo para volver a las orillas del gran río capitalino suramericano.

Y para bien o para mal no tengo el alma de Martin Luther King ni seré "Mahatma" por las vías por las cuales Gandhi se hizo digno de tal apelativo.

Así que, decidí dejar mi país... Emigrar...
Y alimenté mi decision de insatisfaccion hasta que pude alimentarlo de la ilusión que me provoca el país al que decidí ir.
Pero me di bastante rápido y frontalmente con la burocracia... Me desesperé, me calmé, busqué otra manera... Y seguí ese mismo ciclo varias veces mas.

Ahora al parecer ya tengo entre manos como irme donde y cuando quiero. Pero llegada a esa etapa frené... Algo en mi se resistía a terminar de darle forma a la realidad de mi sueño...
Y hoy supe porque... La realidad de mi sueño implica dejar ,de nuevo, a mi gente, mis calles y mis afectos. Implica llegar a una sociedad, calles, personas, forma de vivir y expresarse, un clima, desconocidos... Sola.
Y nadie quiere tener que lidiar con eso.

Y no será fácil, pero la decisión de irme la tomé porque considero que mas difícil aun es quedarme...

3 comentarios:

AdeNieves dijo...

Los que somos asi, tenemos miedo a veces, pero de mil decisiones a tomar, mil y una no sabremos sin son las correctas o no. En ese caso, siempre seremos estrellas fugaces en las vidas de los que nos aman, muy enriquecedor y bello por una parte pero que desolador por otra no?

Lulu dijo...

Nunca subestimar lo que una persona puede hacer por nosotros, especialmente en las circunstancias más penosas, es lo que yo llamo" tener ojos para ver"...

... que ese extraño se comporte así, es lo que yo llamo "encontrarse con un angel en la tierra".

Y siempre, sí, así debe ser, por sola que estés o perdida que te sientas, siempre, repito, habrá de caer uno de esos angeles en la tierra, cerca de tu espacio.

Sobre todo cuando, estando en ese espacio, te sientes tan fuera de todo loq ue era tu propio espacio.

DINOBAT dijo...

Vivir de lejos...