
10 junio 2010
Jail
Nos encarcelamos tras las rejas de la culpa y las consecuencias que acarrean nuestros errores.
Aprisionamos a otros bajo el peso de la culpa y las consecuencias de cuanto sus errores nos han herido. Y así ninguno es libre.
Es imposible en esas condiciones.
Y fui mi mas certero cerbero.
Tu hacerme falta, mi compañía dura, inevitable y omnipresente.
Y convencí al guardián de los infiernos que no había Hades que cuidar, que estaba en el lugar errado.
Descubrí que bastaba pintar mi inframundo, tan habitado por ti, de tonos mas brillantes para que lo creyera.
Y sin llave, ni enfrentamientos con monstruos semi humanos, pude liberarme de mi cárcel personal. Después de la prueba mas ardua, que es siempre la del espejo.
Pero.... tu no estar siguió conmigo, fiel, omnipresente y aparentemente invencible.
Y yo, que pensé haberme liberado, me rendí ante el hecho que no puedo hacerlo, o no se como, porque no me has liberado tu.
Y porque tu compañía que no es mas que ausencia, coloca de nuevo, ladrillo a ladrillo, las bases de una nueva cárcel.
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