27 abril 2010

La verdad...politicamente incorrecta

Hay verdades hermosas, otras horrendas, unas que no son sino la constatación de un hecho; unas destructoras, otras que asumimos inconfesables.

Y mas allá de cualquier trasfondo, están las que conocemos como políticamente incorrectas.

Una que conocerán muy bien cierta cantidad de hombres es la respuesta sincera a la temida pregunta: "Mi amor estoy gorda?". Si honestamente la mujer que pregunta esta pasada de peso es "políticamente" incorrecto -y muy conflictivo- contestar "Claro, que si!". ;)

Pero este tipo de verdad no es siempre "incorrecta" por ser negativa.

En mi caso, la verdad mas emocional, política, circunstancialmente incorrecta con la que he tenido que lidiar era una expresión del todo positiva. Pero su incorrección era tan dramática que traspasó, recién nacida, el limite a inconfesable.

Y no le mentí a la persona interesada; simplemente no le dije nada.
No le aclaré jamás que tan errada estaba su visión de lo que en realidad sucedía.

Se peca por omisión. Y omití.

Lo hice porque las consecuencias de mi verdad políticamente incorrecta eran absolutamente impredecibles, pudiendo llegar de solo a una expresión de sorpresa a cambiar vidas, porque su ignorarla me parecía lo mejor para esta persona e igualmente para otras. Hasta cierto punto entre esas otras yo.

Pero por sobre todo, me parece tan extraordinaria, tan alocada, tan complicada y tan difícil de explicar que me helaba la sangre y la lengua tener que darle forma mas allá de en mi interior... Y no todas las palabras se las lleva el viento... Esas eran de las que no se olvidan, aunque queden solo para anécdota.

No me asustaron las consecuencias en si de lo que debí haber dicho, me asustó el malentendido que fácilmente ha podido generar. No todas las verdades son buenas para ser dichas.

Pero así como las palabras provocan respuestas, lo hace el silencio.

Y cuando lo que mi silencio generó me da en las narices, lamento de a ratitos, haber decidido no ser políticamente incorrecta...

1 comentario:

Lulu dijo...

Es que se peca de pensamiento, palabra, obra y omisión...

Pecaste? De omisión, afirmas tú.

Bien sabes que "decir", lo que se califica de "decir", no fue lo que hiciste...
... pero los "no dichos" a veces también "dicen".

Como las miradas hablan...
... y las "no miradas" también.

A veces, sólo a veces, actuar (de cualquier forma, a favor o en contra, para positivo o negativo, a izquierda o derecha), sólo nos da respuestas.

Por muy "no respuesta" que hubiéramos querido dar.

Así que sólo te queda respirar profundo y confiar en que, sea lo que sea que el otro interpretó como respuesta, no haya sido tan rotunda como la políticamente incorrecta que tuviste a bien reservarte.

;D