Et nous avons dansé....

Decidida a no tocarte, me senté más allá de tu alcance.

Sabias que te miraba, como quien lo quiere todo de ti pero prolonga la expectativa de la espera.

Te devoré con los ojos, sin permitirme ningún pensamiento intrusivo. Y prolongué la espera, que en realidad no era sino pausa en nuestra interacción divertida, apasionada y contradictoria... "Time off" para darme la oportunidad de no cruzar la línea de tu peligrosidad.

Veías con el placer que da la antelación como me deleitaba con verte.
Absorbida por lo divinamente que le sienta a tu exquisitez casi perfecta tu ropa negra. Profundamente grabada quedo cierta imagen del encanto de un gesto cotidiano en perfecta amalgama con el absoluto control que tienes sobre cada gesto y palabra que proviene de ti.

Y esa cualidad tuya de calcular , fríamente, el efecto que ejerces en los demás.

Tu imagen de gusto perfecto es tan fascinante que me heló un poco la sangre cuando decidiste mostrarme tu imagen de ser humano con pies de barro.... como lo somos todos.
Tuve que resistirme al impulso de levantarme de la mesa y dejarte plantado con el desayuno a medias. Es el riesgo que tiene presentarse como superior al resto de la humanidad. Pero me quedé. Curiosa. A pesar de que me fascinaba mucho mas lo "dark" de tu imagen de semi-dios, que la luminosidad de tu cotidianidad, imagen hecha a un lado.

Y me llenaste de besos en el rostro, de gestos inesperados, y del tacto de tu piel cuando me abrazaste con tu ser completo.... Me quedé.

Y cada quien de nosotros dos vivio ese dia al ritmo de su musica propia, profunda e interna.

Et nous avons dansé...