Billy the beaver

Billy es un castor... de peluche. Pequeñito.

Una de las tantas cosas que se pueden comprar en la tienda de souvenirs de la CN Tower de Toronto.

Billy es el recuerdo que escogí para mi por encima de una franela de Hockey que me encantaba y un mug negro con la estampa de la torre.

Billy no se llamaba Billy en su lugar de origen. Lo bautizaron así para mi.

Billy es el depositario de un día que me encanta y que odio recordar, al mismo tiempo.

A veces quisiera enterrarlo en el fondo de una gaveta y olvidarlo por siempre y otras solo lo miro y le sonrío. Entre tanto esta en un lugar muy visible... Supongo que, de algún modo, es mas (aunque sea un poco) lo positivo que representa que lo malo.

Billy es el recordatorio de quien así lo llamó.

De la caminata que implicó llegar a la torre, de la exposición de plantas de Ontario al pie de la misma, de haber contemplado la ciudad por primera vez desde arriba, de mis gritos de niña pequeña al colocarme en el piso transparente, de "choose what U want and I´ll buy it for U", de un suéter negro en altisimo contraste con un piel muy blanca y una mirada velada y desesperanzada que desconocía.

De un querer que no terminara nunca y un querer huir corriendo definitivamente sin mirar jamás atrás.

Billy es un día bastante incomprensible para mi y un poco caótico. Altamente inusual e igualmente desgastante.

Billy es la antesala a la catástrofe puntual y la memoria que no se borra.

Billy es la profunda tristeza entre las cuatro paredes de una habitación de hotel y la esperanza que se esconde con mucha inteligencia pero que se niega a desaparecer.

Billy se quedará en el sitio asignado mientras yo vuelvo a su lugar de procedencia.

Para no llevar en la maleta todo lo que es y del mismo modo poder acompañarlo más tarde con otro objeto que sea tantas cosas como él pero totalmente distintas. Cosa de capítulos de la vida... :)

Welcome

Te reconozco en una voz que no es la tuya, que no se le parece, pero que te acompaña con frecuencia.

Te reconozco en sitios que te son extranjeros y fugaces pero que te acompañan en el recuerdo y la nostalgia.

En mi chaqueta favorita y en la ropa que no has visto nunca.

Te reconozco en risas y sueños compartidos en tu nombre.

En el ansia de recorrer miles de kilómetros sin que seas parte de lo establecido

En el color del cielo y entre las pequeñas gotas de lluvia helada que caen sin que apenas se vean.

Te reconozco en la hipersensibilidad de otros individuos y sus reacciones inesperadas.

En las sonrisas que te dedico y también en los arrebatos de rebeldía feroz.

En la comida tradicional y en las celebraciones con mis amigas.

Te reconozco en palabras indelebles y cada vez que miro hacia adentro.

En mis libros preferidos y en la arena de las playas blancas.

En Billy the beaver y los munny.

Estando presente en tantos sitios solo queda por decirte:

Welcome.

A single red rose

Nada más hermoso.
Nada más representativo de la fuerzay el amor,
Una sola rosa roja sobre terciopelo negro...

Y es todo lo que quisiera dejarte.
Como recuerdo y prueba de nuestro amor sin fin,
ya que te amaré siempre. Y tú a mi.

Poco importa la distancia entre tu país helado y mi país de sol.
Poco importa el paso que nunca di y que era solamente decirle: "yo también"

A veces un solo beso abre la puerta a la eternidad de forma mas segura que largos años en común.
Rara vez... Pero...

Y el tiempo, las personas, las circunstancias pasan
y tú... tú quedas

Entre mis letras, mis pensamientos y mi vida.
Entre las risas, las esperanzas y el futuro.
Que viviremos separados sin que eso importe.

A veces no veré de ti sino un pedacito,
un día distinto mucho más.
A veces nada, por largo tiempo.
Y poco importa.

Y te leeré a dos manos, los ojos cerrados, como siempre.
Porque a fuerza de haberte querido tanto, largos años, a varios miles de kilómetros
te conozco tanto como si compartiéramos los mismos espacios.

O es lo que quiero creer. O lo que siento. O lo que sé. Poco importa.

Ya que gracias a ti, en mi corazón, mi alma, mi cabeza y mi energía; los cuentos de hadas existen.
Le suceden a los mortales. ¿Una gracia de los Dioses?
Tal vez. Destino y Delicia tomados de la mano.

Aun si mi caballero jamás tuvo armadura, ni siquiera montura.
Tuvo un precioso acento, un amor apasionado, un gusto inmoderado por los ojos claros que me pertenecen.

Aun si su princesa le dijo que no, y rechazó ser salvada de las brumas de su vida extranjera.

De igual manera llevé tu anillo todo el tiempo que duró tu ausencia.
De igual manera jugaste un inmenso número de meses con la idea de venir bajo el sol inclemente rodeado de montañas...

Porque como dice Francis Cabrel: "Je t´aimais, Je t´aime et je t´aimerai" (te amaba, te amo y te amaré)

Te dejo entonces una unica rosa roja...

El sauce llorón...

En la muy aislada casa, a mis ojos mágica, de mis abuelos en el sur de Francia, se escondía en el jardín delantero, un pequeño sauce llorón.

Podías no verlo, disimulado por la presencia de un gigantesco y hermosísimo nogal a un costado, higueras desperdigadas, y numerosos árboles frutales altos y delicados.

Pero desde entonces los sauces de ese tipo son mis árboles favoritos. En la atmósfera salvaje e indómita de la casa y sus tierras él parecía hablarle a todos y todo en cuanto el viento se ponía en movimiento. Parecía contar secretos, misterios, consuelos y eras.

Casi podías ver entre sus hojas refugios de hadas picaras, siglos que no habían pasado, amores eternos y livianos como el aire y la frescura de cualquier futuro de paz que se te ocurriese.

Una vez me senté a su pie (hasta que me desalojó el perro de 80 kilos de la familia) y miré hacia arriba... Era una burbuja verde móvil, suficientemente sólida para que nada distinto de la tranquilidad absoluta pudiese tocarme.... Y lo hice solo una vez... Era suficiente...

Los chamanes y sus pueblos creían que todo tiene alma; animales, piedras y plantas.
Y el alma de ese sauce quedó conmigo...

Años mas tarde vi sauces llorones, muy grandes, a orillas del Tamés, en mi barrio preferido de Londres. Y a pesar de que sus copas no ofrecían ninguna protección esférica, por su altura, su susurro al mundo era el mismo... Bendiciones, secretos que debemos descubrir, besos livianos como roces...

Solitude Vs Loneliness...

El inglés es admirable por su practicidad... Pero le adjudica una palabra distinta a la soledad deseada y bien vivida y la que es involuntaria y se padece.

Es obvio, la era moderna es muy contradictoria en muchos aspectos pero la que tal vez me preocupa mas es el aislamiento en la era de mayores y mas rápidas comunicaciones de la historia del hombre.

Nos comunicamos probablemente con mas personas, a mayores distancias y de forma instantánea. Pero mal. Basta ver cual es la mayor preocupación de tantas personas: la soledad.

Hemos perdido muy rápido instituciones unificadoras (a bien y a peor); la religión y la familia. Sin haber tenido tiempo de averiguar que podría reemplazarlas... Definitivamente la ciencia no pudo hacerlo...

Pero lo intentamos, con la multiplicación de redes sociales de toda índole (Facebook, msn, el chat , y si; los blogs) que en si son positivas (quien no disfruta haberse reencontrado con su mejor amigo del preescolar que vive en Nueva Guinea y no sabias de el desde hace tanto que ya no recuerdas? O leer los pensamientos y escritos de completos desconocidos que nos dejan saber que no somos el único bicho raro y en vías de extinción que ve las cosas desde esa perspectiva? O conocer simplemente perspectivas absolutamente nuevas?).

Como al parecer el ser humano jamás se había sentido tan solo si ahora las comunicaciones son mas eficientes que nunca?

Por lo que he visto, escuchado y vivido; porque nos mantenemos demasiado en la superficialidad.

La cantidad parece imperar sobre la calidad. Tener 437 amigos en tu lista de Facebook parece ser mejor que tener 3 (0 4 o 5 u 8) AMIGOS con todo en mayúscula.

3 amigos de esos que lloran contigo cuando se muere tu mascota o te llevan sopa de pollo cuando la gripe te clava a la cama. O que celebran contigo tu ascenso en el trabajo o se alegran casi tanto como tu por tu matrimonio. Aunque estén lejos físicamente...(caso en el cual no pueden llevarte sopa pero igual les encantaría poder hacerlo!)

Además de la calidad vs cantidad está una piedra de tranca mayor aún.

Las amistades reales solicitan dos cosas; esfuerzo y apertura. Y con cierta frecuencia queremos los resultados sin tener que suministrar el esfuerzo necesario, y a sabiendas que no funciona así insistimos en el comportamiento. Con la falsa esperanza que el insistir lleve a un resultado distinto...

La apertura es todavia mas dificil. En una sociedad bastante inhumana abrirse es un riesgo. Darse a conocer es un riesgo. Porque quien nos conoce tiene muchas mas armas para herirnos si así lo desea que quien poco sabe de nosotros... Y el miedo gobierna y nos atrincheramos y mantenemos en la superficialidad (y a veces el anonimato) porque no implica riesgo o por lo menos mucho menor. Pero las barreras que con tanto cuidado construimos para protegernos se convierten pronto en prisiones. Y al final, padecemos la soledad.

Porque el problema jamás ha sido y jamás será estar solo.
El problema es sentirse solo.

Es la diferencia entre Solitude y Loneliness respectivamente...